Y llegó el séptimo: Harry Potter and the Deathly Hallows
Hoy sábado 21 de Julio del 2007 ha salido a la venta el nuevo libro de J. K. Rowling, el séptimo de su saga sobre Harry Potter: Harry Potter and the Deathly Hallows.
Como Tolkien hace años, J. K. Rowling ha construido un mundo y una historia centrada en la lucha dramática entre el bien y el mal, repleta de hermosos triunfos y dolorosas pérdidas. Pero las diferencias con Tolkien son importantes. El mundo de Harry admite infinidad de grises en esa escala: Slytherin ha sido desde el comienzo una de las cuatro casas de Hogwarts. Algunos personajes cambian de bando repetidamente, o resultan haber estado siempre en el contrario al que han simulado, con efectos sorprendentes para la historia -y sobre nuestros corazones-.
Harry y sus compañeros son humanos: dudan, se hunden, se recuperan y disfrutan, se equivocan. A través de todo ello, se quieren. Un mundo donde la amistad, la lealtad, el amor y el esfuerzo cobran vida, aunque no siempre triunfen.
Como en una entrevista digo Rowling, "...never dreamed I could feel simultaneously heartbroken and euphoric". Extrañamente, más con el corazón roto que eufórico. Supongo que cambiará.
12 comentarios
Antonio Novo -
Aunque lo de "regalo" y sus connotaciones no me acaba de encajar... ¿o sí? Le daré unas vueltas.
felizahora -
El abandono del mundo real es el gran truco de todo lo negativo; a saber, en lugar de percibir que yo respiro, que esta respiración no me la debía nada ni nade, que por lo tanto es un estricto regalo y que haría bien en tratarlo como tal...
En lugar de eso, nos vamos a otra "esfera" en la que el mundo "me debe pero no me paga"
Antonio Novo -
;-)
Y dicho esto, ahí va otro pequeño anzuelo: pensando en lo de la deformación de la realidad -que es muy buen apunte- producida por el anillo de poder, llegué a otro perjuicio maléfico sobre el que no había reflexionado: la desaparición, la transparencia, la pérdida de cuerpo y materialidad. Brusca, al ponerse el anillo, o progresiva, al ser herido por las armas del mal.
Ese poder nos abre los ojos a una nueva esfera y al mismo tiempo... abandonamos el mundo real.
Curioso.
reikiaduo -
La mente parlanchina no es propia de tí, lo es de mi y lo es de todos; la mente es parlanchina por si misma, por su propia naturaleza (no era ningún insulto sino otra reflexión más, evidentemente mal planteada por mi parte, perdón)
Oye, un abrazo y bien fuerte
Antonio Novo -
Hace ya unos años que Peter Yang me interpeló de forma parecida. A una pregunta directa suya contesté con una frase que comenzó "Creo que..." "¡Mójate cobarde!" vino a decirme. "No creas, afirma". De ahí viene lo de "almogavares" en buena parte: defiendo lo que creo.
Pero de vivir el presente, el Aqui y Ahora de Fritz Perls y su Gestalt, algo sé.
Mi pregunta acerca de la importancia relativa del camino o el fin no es en absoluto retórica, sino bien presente y actual. Medio año trabajando en un proyecto para al final ser rechazado ¿ha merecido la pena? Sí, sin duda, y (no "pero") algo he aprendido.
Yo sí hablo de libros, en concreto los que tratan sobre Harry Potter o los Silmarills. Tocan mi corazón y mi mente, y una minúscula parte de lo que mueven, ese fondo que destaca aquí y ahora, es lo que comparto con vosotros.
Si sólo viviera el estricto presente... ¿para qué trabajaría? ¿por qué educar a mis hijos? ¿respetar las leyes? ¿a qué esforzarse y sufrir? ¿pensar? Me pre-ocupo de muchas cosas, casi tanto como retorno al pasado -actual en mi presente- para no tropezar en las mismas piedras y tratar de ser más feliz en el futuro.
¿Paraísos ultratúmbicos? Seguro que sí. ¿Felicidad interior? A ratos, cuantos más mejor...
Soy un ser imperfecto, no pretendo siquiera tener razón. Aquí, ahora, quiero divertirme y disfrutar ¿Con qué ánimo me escribes tú?
reikiaduo -
Y es que todo el mundo se fija siempre en el aspecto "poderoso" de un objeto de "poder", y casi nadie repara en la deformación sobra la pespectiva de la realidad que induce; en mi mera opinión, un hallazgo bestial de Tolkien, porque ahí sí que está reflejando la realidad pura y dura
¿Es más importante el camino o su final?, pregunta típica de mente parlanchina bla-bla, bla-bla; bla-bla, bla-bla; pregúntale a tu corazón porque él sí que lo sabe
¿De qué coño de final me hablas?, en un libro sí pero ahora no hablamos de libros, ¿qué hay para mi distinto a este estricto presente?
Es como los que prometen Paraisos postmortem y ultratúmbicos a quienes no les están induciendo a sentir una felicidad interior, ya, aquí, y ahora
Antonio Novo -
Si al final, Frodo hubiera sido incapaz de renunciar, ¿todo se habría perdido? Para las ventas del libro sí, pero la realidad nos muestra constantemente proyectos malogrados en sus finales, pero extraordinariamente valiosos en su recorrido.
En cualquier caso, este extremo que citas es también extraordinariamente similar en ambas sagas, la de Harry y la de Frodo. No puedo decir mucho más sin revelar la historia, pero la cuestión es que, en estas y otras muchas historias, es el mismo mal el que finalmente se autodestruye... como en la vida misma. Lástima que por el camino se lleve tanta belleza por delante.
Me gusta charlar de esto ¿Se me nota? ;-)
reikiaduo -
Estaban poniendo estos días unos anuncios maravillosos de un reloj y un coche y la pregunta era la misma:
Cuando finalmente los posees ¿quien posee a quien?. Y la preguntita nos viene del mundo del Marketing, ¡manda huevos! que decía aquel
Antonio Novo -
ES complicado resistir la llamada al mal uso de poder, a la imposición unilateral de la "mejor" solución.
Si usar el anillo representa ese investimiento de poder, el poder supremo e invencible, Frodo relata la historia de un gran sacrificio, una dura renuncia... temática también tratada en la saga de Harry Potter, y no de forma colateral. Especialmente en este último libro, y muy claramente en las elecciones finales. Cambia anillo por varita, y el arquetipo será el mismo.
Otras temáticas me parecen más diversas en su aproximación. El valor de la amistad, por ejemplo, mucho mejor tratado por J.K. Rowling. La imperfección de los personajes, también. Harry, Ron, Hermione, no son en absoluto perfectos. Se equivocan, se enfadan, resultan crueles o ignorantes en ocasiones. Pero se esfuerzan, resultan valerosos y tenaces. Resulta inspirador, algunos sólo podemos aspirar a eso: a la tenacidad en ese empeño por hacer las cosas bien, aún a costa de algunos tropiezos.
reikiaduo -
Por ejemplo, ese anillo ¿mágico? que deforma la percepción de la realidad de aquel que lo usa. Es como si lo lleváramos puesto todos todo el puto día
Potter es otra cosa
Antonio -
srg -