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El corazón de mi historia

El corazón de mi historia

Si unos amigos os ofrecieran una breve oportunidad, apenas algo más de un día, para acompañaros allá donde quisierais ¿dónde los llevaríais?

Yo os llevaré al corazón de mi historia. Lugares y seres auténticos, reflejo de la vida en su estado esencial. Allá donde las personas pasamos, pero la experiencia queda, inalterada, esperando nuevos protagonistas. Aguas atravesando remansos, cascadas, grutas.

La Sidrería Alberro. La misma jugosa tortilla de bacalao que tomaba a los 8 años. Allí está ahora José Mari, hijo del Josema de hace 33 años. Inmensas kupelas, los mismos vasos, el abuelo asando chuletones de buey. El autoservicio de toda la vida: coge lo que necesites. Habla, con todos. Canta. Celebra, bromea. Un asturiano escanciando, aupado a su banqueta. Cantando Asturias patria querida. Y luego txoria txori. Se lleva un cancionero ¡en euskera! José Mari no quiere cobrar: charla con una abuela, no tiene prisa ¿quién querría irse?

La Parte Vieja de Donosti. La Mejillonera… ¡qué patatas bravas! La misma deliciosa salsa, incalificable, misteriosa ¿qué tendrá? El cachi, todo un litro de sangría, circulando por numerosas bocas, hermanando humor, alimentos, sonrisas. Pintxos y mas pintxos, txiquitos y no tan pequeños.

¿Dónde residen nuestros sueños de infancia? Los míos pueblan el Parque de Atracciones del Monte Igueldo. A su hotel acudimos a dormir, cercados por hermosos recuerdos.

De mañana, paseo refrescante. Toda la costa a la vista, hasta donde lo permite la bruma.

Un Artista en el Peine de los Vientos. Granito, yodo, sal, montañas de espuma. El Mar en su inmensa, estremecedora fuerza. Salvaje atracción, rompo mi alma en plena simpatía una y otra vez contra las rocas.

Me reúno, calmo, disuelvo finalmente sobre la arena de Ondarreta. El Sol, cálido, inspirador, ilumina la mañana.

Un benéfico espíritu habita San Miguel de Aralar. Palpita en sus hayas, susurra desde las grutas, emana de la tierra. Inmensas losas de granito atestiguan la antigüedad de su presencia. En románico nos habla de pureza, sencillez, profundidad.

Una mano se introduce en el misterio, desafía el miedo. Al fondo la sorpresa, suave, inesperada. Algo ha cambiado, crecido.

Ahora recuerdo para qué estoy aquí.

Ya es hora de volver. Ojala nunca te deje.

2 comentarios

El Artista -

Pues eso:

Niebla, arena, nieve, playa, viento, mar, Sol ...

Románico, Chillida.

Amigos, vinos, pintxos, bacalao, sidra, chuletón, nueces, queso, membrillo.

Un placer.